Mi virgencita de Guadalupe

Desde el cielo una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana bajo al Tepeyac. México, 12 de diciembre, peregrinos de todo el mundo bailan, ricos y pobres, comunes y famosos, cantan y rezan en la Basílica de nuestra Guadalupana, nuestra virgencita, reina de México, emperatriz de América y embajadora de nuestra fe en el mundo entero. "Yo soy la siempre Virgen Santa María, madre del verdadero Dios por quien se vive", su saludo a Juan Diego, el indito mexicano, el más humilde quien tuvo el honor de ver el milagro. "¿No estoy aquí yo que soy tu Madre? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo?", son las promesas y gracias de la Virgencita para todos quienes creemos en ella. El milagro de sus ojos, nuestro símbolo de amor, fe e identidad nacional. Un manto de 42 estrellas la cubre, constelación que siglos atrás sucedió verdaderamente, detrás de ella el sol; la luna bajo sus pies, sus rasgos indígenas, las flores que dejaron plasmada su imagen en la tilma de Juan Diego. Morenita de todos los mexicanos porque como dice su himno: "Desde entonces para el mexicano, ser Guadalupano, ser Guadalupano es algo esencial".

0 comentarios:

Chakras

El corazón de Maritere Copyright © 2009
Scrapbook Mania theme designed by Simply WP and Free Bingo
Converted by Blogger Template Template