Hace tiempo, el destino caprichoso me llevó a toparme con el Yoga, una disciplina que parecía no requerir mucho esfuerzo y dejar grandes resultados físicos. En ese tiempo, mi metabolismo cambió y subí de peso, tanto el homeópata como mi nutrióloga me recomendaron el yoga.
Debo confesar que de entrada, tanto yoga como meditación me parecían cosas esotéricas y de "hippies", claro los prejuicios que uno tiene al no conocer de estos temas. Fui por mera curiosidad y al adentrarme en este mundo, me dí cuenta que hay muchas clases de yoga, algunas unidas a filosofías y hasta religiones, otras -las que más me gustaron- respetuosas de todas las religiones, pero sí orientadas a la espiritualidad.
Practicar yoga me ha dejado un pensamiento más claro e ideas positivas, una consideración y valoración de mi cuerpo, además de un profundo conocimiento y respeto del mismo. Practicar yoga es un desafío personal, una lucha contra las propias resistencias que son más mentales que físicas.
Obviamente, ha mejorado mi físico, he adelgazado, adquirido tono, fuerza y flexibilidad. Lo que más se trabaja es el fortalecimiento de la columna vertebral, sobre todo con la mezcla de yoga que suelo hacer ahora: hatha yoga y yoga kundalini. Fortalecer nuestra columna es volvernos más flexibles, no sólo físicamente, sino ante la vida y eso es lo que más me gusta. A mayor flexibilidad de columna, mayor flexibilidad de actitud y pensamiento, en consecuencia, una imagen más jovial sin edad, una felicidad y armonía estables.
Al combinarla con la meditación profundizo en mi interior, uno cuerpo-mente-espíritu y emociones, en la concienca de que todo es uno, yo soy una con el único Ser Divino que es, esta conexión espiritual es la que limpia pensamientos y sentimientos negativos, y da paso a una nueva perspectiva ante la yoga.
Todo esto lo he logrado con practicar la disciplina una hora diaria. Además, he entrado a cursos de desarrollo personal donde también recomiendan hacer yoga, incluso como terapia y ejercicio constante. Creo que yoga se hizo para gente que como yo, no tenemos mucho tiempo para practicar ejercicio y no nos gusta tanto el ejercicio brusco, sino más bien los movimientos suaves, en un ambiente de relajación.
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