El silencio profundo


Sí, lo acepto, soy tremendamente platicadora, siempre he apreciado una buena conversación.


En el proceso conversacional las personas nos conocemos, conectamos y lo que es mejor, nos aceptamos.


Existe una gran diferencia entre conversar y solamente hablar como loro sin ton ni son.


Conversar es abrir tu mundo a otra persona y entrar en el mundo del otro. Compartir sentimientos, pensamientos, experiencias. Cuando uno mete la mano en el agua produce un cambio, ni la mano vuelve a ser la misma, ni el agua. Así es cuando conversamos.


Recuerdo que hablé muy pronto, antes de cumplir el año ya decía varias palabras. Con las palabras he expresado todo, me he dado entender en diferentes idiomas, los domine o no. Y a la par, el silencio.


Con el silencio he aprendido a escuchar mis pensamientos, a ordenarlos y luego, a tranquilizar mi mente, y llegar al silencio profundo. Donde se disfruta el estar aquí y ahora.


También sé escuchar...y cuando lo hago, escucho con todos mis sentidos y el corazón.


Sin embargo, no estoy muy segura si todas las personas con las que converso de verdad me escuchan de la misma manera y aunque sean más silenciosas que yo, realmente tengan esa paz espiritual que produce el encuentro consigo mismo.


Callar, hablar, da igual....lo importante es sentir y disfrutar.

Ángeles






He comenzado una renovación de mi misma. Una sanación de mis heridas emocionales.
Después de un ciclo de duelo por la partida de mi mamá al cielo, he vivido 3 años justos de tristeza, culpas, enamoramientos mal entendidos, aferramientos y apegos a materialismos que en vez de sanarme, me han hecho las heridas de mi corazón más grandes.

Y aunque soy una persona positiva, optimista y con mucha fe en Dios, también soy humana. Puedo decir que en el ámbito profesional sé lo que quiero, en muchos aspectos de mi vida, estoy segura de a dónde voy y quién soy. Pero...después de estos episodios tan trágicos, me encontré en una vorágine tremenda que me ha hecho replantear mis objetivos. Sigo sabiendo quién soy. Pero ahora entiendo que no puedo ser, sin los demás. Y ese es mi gran reto de aprendizaje.

Al quedarme sin mi madre, empecé a aferrarme a los cariños que tengo, pero con una especie de ansiedad desconocida para mí, sintiendo celos irracionales, miedo de perder a las personas que me quedaban y lo peor, cayendo en situaciones confusas, conflictivas con mis seres queridos, dominando y controlando situaciones, sentimientos y bueno, caos total. Sabía bien que lo que menos quería era discutir y conflictuarme con mis amigos, esenciales para mí, y al mismo tiempo no sabía cómo decirles: "Los necesito mucho, no me dejen". Era mi orgullo el que me impedía decirles: "perdón por ser tan egoísta contigo y usurpar o pretender más de lo que puedes darme", o bien no quería "pedir que me quisieran". Otras veces, hasta hace poco, quería que me quisieran como yo quería que me quisieran y no lo logré. Y llegó la frustración que se escabullía de mí a través de ciertos excesos y esto como ya tuvo consecuencias en mi salud, me llevó a abrir los ojos y decir ALTO, YA BASTA!

SIN QUERERLO, sentía como cuando de pronto, uno nada en el mar, sube la marea y éste se pica y te arrastra, sabes que no quieres que te arrastre, pero hay algo fuerte con lo que tienes que luchar para volver a la orilla. Ves que te alejas, sientes que te arrastra, no entiendes y no ves la fuerza, pero sabes que tendrás que salir de esa. Pues así me pasó, pero el mar eran MIS EMOCIONES CONFUNDIDAS.

LA BUENA NOTICIA es que esto es necesario que pase para poder encontrar el equilibrio nuevamente, la paz y la serenidad. En esas estaba, cuando llegó a mí información sobre un curso de Angeles, tema que hacía muchos años había tomado como pasatiempo, gusto, me volví fan porque empecé a coleccionar figuritas de ángeles, pero nada más. Con la muerte de mi mamá, lo dejé, aunque seguí acudiendo a misa, rezando, pero algo en mi interior espiritual se transformó. Es muy difícil explicar esto. Se formó un hueco en mi interior, en donde está la seguridad de mi fe. Sigo creyendo en Dios y nunca le reclamé nada por lo de mi madre, lo acepté. Pero me costó trabajo pedirle ayuda para mí, porque creía saber cómo seguir, y hasta muy pocos días caí en cuenta que no sabía cómo seguir adelante. Ahí es donde me aferré a lo imposible, caí en ensueños, en una especie de adicciones tóxicas que en vez de hacerme feliz, me llenaban de tristeza y vacío profundo. Todos tenemos adicciones, unas pueden sonar no tan graves, como adicción a la comida, al chocolate, al Internet, al trabajo, y de ahí se puede brincar tan fácilmente a otras que sí que nos espantan. La cosa es que cada adicción es una evasión, un no querer aceptar una situación real que debemos enfrentar.

Ser humilde y pedir ayuda es muy difícil. Y pues lo hice y cuando lo decidí, cuando ví que sola no puedo y no quiero, me puse en manos de Dios y le pedí: mándame tu respuesta, no sé qué hacer, necesito tu ayuda, sácame de ésta. Y entonces, me llegó la información de los ángeles.



Primero pensé que para llenar ese vacío, ese hueco en el centro de mi corazón, tenía que hacer algo para contribuir a disminuir las penas de otros. Pensaba que yo ya "había salido triunfante" del proceso de duelo, me sentía muy orgullosa de lo bien que lo había llevado y pues tenía que regresar el favor a otros. Pensé en estudiar un curso de tanatología y conseguí uno, pero antes de inscribirme, los ángeles llegaron otra vez a mi vida y con una precisión y orden que no me quedó duda, fue la respuesta de Dios.

Me inscribí sin pensarlo -muy raro en mí que todo lo cuestiono- y fui al primer curso sin expectativas, pero con una sensación de estar en el lugar correcto y así fue. Sin embargo, abrí una puerta desconocida para mí, donde tal como MI CLOSET! Ay, mi clóset es un mundo nuevo por descubrir, a veces me da miedo entrar en él, no sé lo que voy a encontrar y parece que es imposible de ordenar, es como si una fuerza sobrenatural pusiera cada vez más y más cosas que son imposibles de ordenar yla puerta muchas veces es imposible de cerrar.

Bueno, la puerta que yo abrí fue la de mi corazón y la de mis emociones. Positivas y negativas. Y luego, llegaron 3 personas, a traerme respuestas para que pueda ordenar mis emociones, mis sentimientos y por fin, pueda ver con claridad el camino a seguir. Claro que no todo fue maravilloso, estoy pasando por un proceso en el que siento todo tipo de emociones y reacciones físicas muy fuertes, pero todo lo acepto y lo entiendo como parte del proceso de depuración al que decidí entrar.

A mí por ejemplo, cuando salta una emoción, siempre me ataca el intestino, es como si hubiera una conexión directa. Esta vez es muy raro porque mi intestino se alteró como nunca en mi vida, y bueno, ha sido una sacudida de emociones tan grande que hasta bajé 2 kgs. en una semana. En otro momento de mi vida habría sentido mucha vergüenza o mucho coraje, o miedo. Ahora, sentí alivio. Descanso. Sé que algo en lo más profundo de mi ser se está organizando y es para poder alcanzar lo que de verdad quiero: la paz, la tranquilidad y el amor pleno.

Afortunadamente, cada una de estas situaciones no me ha tocado sola, siempre ha estado un amigo o una amiga y han sido 3 ocasiones, o sea, mis 3 mejores amigos en la vida, que les ha tocado acompañarme en el proceso. Con eso, a mí me queda claro que Dios no me abandona. Pero también me queda claro que mis sentimientos son mi responsabilidad y no la de mis amigos. Ellos estarán ahí siempre para apoyarme, como yo estaré con ellos siempre para quererlos, aceptarlos tal y como son.

Y he empezado un camino con los ángeles ahora. Otra vez, tengo muy claro lo que quiero, y quiero lo siguiente: Quiero continuar con mis cursos de ángeles. Mi meta es graduarme como terapeuta de sanación con ángeles. Esto lo lograré a fin de 2010.


Al mismo tiempo, quiero estar mucho más cerca de mis amigos, retribuirles todo su cariño y apoyo y lo que me han dado, compartir con ellos muchos momentos con todo mi amor incondicional. Cuidar mi salud, estar al 100% en todos los aspectos y terminar los proyectos pendientes de mi trabajo. Y finalmente, lograr mi estabilidad emocional que será el comienzo para recibir el amor pleno y sereno al que estoy destinada y que está destinado para mí.

Cuando tomé la decisión de ser plena y feliz no sabía que tenía que pasar por tanta cosa, pero ha sido bueno sobre todo para conocerme a fondo en virtudes y defectos, y que apenas empiezo, falta todavía trabajar más en mi introspección. El camino puede ser tan doloroso o dulce, según uno lo decida. La vida va siendo producto de nuestras decisiones y al menos la mía, me parece tan fascinante. Los ángeles estarán siempre con cada uno de nosotros, guiándonos, salvándonos, ayudándonos a eso, a ser felices, porque estamos aquí para eso, para amar y ser felices.

Esto es lo que al día de hoy se encuentra en mi corazón, el corazón de Maritere =)

Chakras

El corazón de Maritere Copyright © 2009
Scrapbook Mania theme designed by Simply WP and Free Bingo
Converted by Blogger Template Template